Paraguay es uno de los países con mayor cantidad de agua dulce potencial por habitante en el mundo, pero una parte importante de la población aún bebe agua extraída de pozos, aguas superficiales –e incluso agua de lluvia– sin garantía acerca de su calidad. El agua potable es un componente perentorio para la vida humana y su déficit es considerado un índice de pobreza. Con menor urgencia manifiesta y con menor conciencia, está el saneamiento, también central para la calidad de la vida humana. El descuido de estos logros por parte de los gobiernos señala un déficit grave de funcionamiento del Estado y un bajo nivel de disfrute de derechos sociales por parte de la población.
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Resumen Técnico